¿Quién no ha escuchado decir cuando se encuentra triste un “Échale ganas”?
O “si todo está bien con tu bebé, no debes estar así “, “¿qué no querías ser mamá?”, “ya no estés triste” …que se les dice a las madres con depresión postparto.
A simple vista parecieran frases que están bien y que pretenden ayudarnos o darnos un consejo para evitarnos un sufrimiento. Sin embargo, cuando nos encontramos frente a un posible cuadro depresivo, o cuando tenemos una dificultad seria del estado del ánimo como ansiedad o angustia que no sabemos como gestionar, el echarle ganas, no es suficiente.
De hecho, decir estas frases puede llevar a quien sufre a sentirse peor. A sentirse culpable de su situación y de no poder solucionarla. A pensar que son débiles y que les falta fuerza de voluntad. Incluso este tipo de consejos, puede evitar que alguien que lo necesita, busque ayuda profesional, dado que les puede conllevar a sentir vergüenza.
Decir “Échale ganas” a una mamá con depresión postparto es desconocer que justamente lo que no tiene son ganas. Y que esa falta de ganas la hace sentir mal. Es ignorar que en esa falta de ganas se le va la vida, que no puede hacer algo distinto con eso que siente. Es menospreciar los sentimientos y los muchos esfuerzos que hacen quienes sufren para dejar de sufrir.
¿Crees que una mamá que sufre depresión postparto tiene ganas de sentirse tan mal como se siente? Si la depresión postparto u otros malestares emocionales se curaran solo con ganas, los psicólogos tendríamos muy poco trabajo.
La depresión, la angustia, el estrés, la ansiedad… impiden a la persona que lo sufre sentirse bien, disfrutar, hacer su vida de forma normal y relacionarse con los otros. Suelen surgir como una suma de factores y su “solución”, no aparece de la noche a la mañana.
Una madre que sufre depresión postparto tiende a aislarse de los demás, incluso de su bebé. Porque no siente fuerza para cuidarlo, porque siente que no es suficiente, porque el mundo y la vida le resultan demasiado abrumadores. Porque constantemente se siente triste y no logra disfrutar. Nada de esto son sentimientos que pueda controlar con ganas o ignorar.
Una mamá que sufre una depresión no se lo está inventando, no lo hace para llamar la atención, no es que sea “floja”. Son problemas serios y reales. Desconocer esos sentimientos solo provoca más malestar.
La única forma de ayudar a alguien que sufre es siendo empático, escuchando realmente, respetando sus tiempos. Acompañándola a que transite el camino que necesita transitar.
.Si estás sufriendo y crees que podrías tener una depresión postparto o algún otro trastorno del estado de ánimo como ansiedad, te dejo algunas sugerencias:
- No escuches a quienes te piden que le hechas ganas, recuerda que haces lo que puedes. Probablemente quien te dice eso, lo hace con buena intención, pero con mucho desconocimiento y preocupación por verte mal.
- Cuida tu descanso. Recuerda que el sueño es uno de los mayores protectores de la salud mental y emocional de las personas.
- Acepta ayuda de familiares y amigos. Aceptar ayuda no es signo de debilidad, es saber que eres humana y como humana necesitas de los demás.
- Conéctate con otras madres. Hablar con otras madres te hará sentir menos sola y te dará la oportunidad de compartir tus experiencias, de recibir consejos y sentirte escuchada. Si es un grupo de crianza guiado por un profesional ¡mucho mejor! Así te aseguras que se cuida que el ambiente se de respeto y empatía. (Consúltame por los grupos de maternidad y crianza online).
- Busca ayuda de un psicólogo. Consulta un profesional que te guíe sobre qué hacer. Que despeje tus dudas y las de tu familia. Que te acompañe a encontrar la forma de sentirte mejor. Lee también: “consulta psicológica para mamás, cuándo consultar.”
¿Crees que podrías estar sufriendo una depresión postparto? ¿Te sientes mal y no sabes qué hacer o sientes que tu familia no te entiende? Consúltame, puedo ayudarte.
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Natalia Sladogna. Psicóloga